martes, 2 de febrero de 2010

3. EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO

Para Sweezy, el punto de partida en toda sociedad, está en lo necesario que es que el trabajo se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad. Lo que varía en el curso de la historia de unas sociedades respecto de otras , es la forma de organizar y llevar a cabo estas actividades.

La forma en que la división proporcional del trabajo opera, se manifiesta en el cambio privado o valor de cambio de los productos. La tarea de la teoría del valor cualitativo fue descubrir las implicaciones de esta forma de producción, en términos de relaciones sociales y conciencia social,

Para Marx, existe una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. De esta manera, en la determinación del valor no debe tomarse en cuenta más trabajo que el socialmente necesario, es decir, necesario en las condiciones sociales existentes, con las condiciones normales de producción y con el grado de habilidad medio. Asimismo, el trabajo más cualificado que el trabajo simple, debe tener correlativamente una mayor capacidad de producir valor.

En este sentido, la relación entre ambos tipos de trabajo es teóricamente susceptible de medición independientemente de los valores de mercado de sus productos, siendo el trabajador calificado más proeficiente por habilidad natural superior o por un entrenamiento superior.

Marx hizo notar que las diferentes proporciones en que diferentes clases de trabajo se reducen a trabajo no calificado como su norma son establecidas por un proceso que tiene lugar a espaldas de los productores y por consecuencias, parecen ser fijadas por la costumbre.

En contraposición, los críticos de la teoría del valor de Marx, han sostenido que la reducción del trabajo calificado a trabajo simple implica el razonar en un círculo vicioso. Por ello, los talentos especializados no tienen gran importancia, en lo que se refiere a la vasta mayoría de los obreros productivos.

Para el autor siempre debe existir una relación de cambio estable entre los productos, porque si no se produciría un desequilibrio. Entonces, tanto la oferta como la demanda están equilibradas sólo cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla. Por tanto, la teoría de la determinación de los precios por la oferta y la demanda concurrentes, no sólo no contradice la teoría basada en el trabajo, sino que es parte de ella.

La relación entre demanda y oferta, explica por una parte las desviaciones de los precios de mercado, y por otra, la tendencia a hacer fluctuar estas desviaciones, es decir a suspender el efecto de la relación de demanda y oferta. Entonces, el precio de mercado de una mercancía coincide con su valor real, en el momento en que oferta y demanda se equilibran mutuamente y cesan de actuar.

En cuanto al valor de uso de las mercancías individuales, el autor apunta que depende de la necesidad particular que cada una satisface, en cambio, el valor de uso de la masa social de productos, depende de la medida en que satisface en cantidad, una necesidad social precisa de cada clase particular de producto. Por lo tanto, la necesidad social, es un factor determinante de la cantidad de trabajo social que deben suministrar las diferentes esferas particulares.

Para Marx los gustos de los consumidores (aunque no los considera del todo relevantes) juegan un papel importante a la hora de determinar la asignación de los esfuerzos productivos. Esto se debe a que pensaba que las necesidades, en medida en que no surgen de requerimientos biológicos elementales, son un reflejo del desarrollo técnico y organizacional de las sociedades. Por eso no es la conciencia de los hombres la que determina su existencia, sino su existencia social determina su conciencia. Asimismo, todo cambio en los gustos de los consumidores es incidental a la acción de los productores y suscitado por ella.

Sweezy dirá que en cuanto a la ley del valor de Marx resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías que regula, siendo éstas: las proporciones del cambio de mercancías, la cantidad producida de cada una y la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción. Entonces, una sociedad de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos sería la condición básica para la existencia de una ley del valor. Siendo esta última esencialmente una teoría de equilibrio general desarrollada en primer término con referencias a la producción simple de mercancías y adaptada después al capitalismo. De tal forma que en una sociedad productora de mercancías, no simplemente existe el caos sino que también el orden.

En relación a la ley interna del mercado Sweezy dirá que se cumple meramente por medio de la competencia entre los productores, por la presión mutua de uno sobre el otro, mediante la cual se equilibran las diferentes desviaciones. Es en este momento cuando la ley del valor ejerce aquí su influencia, manteniendo el equilibrio social de la producción entre las fluctuaciones accidentales. De esta manera, la ley del valor pierde su pertinencia el principio de planeación le sustituye, en la economía política de una sociedad socialista. El precio según Marx, es tan sólo la expresión monetaria del valor, no obstante en su obra, aparece luego el término precio de producción, que es distinto al precio en sí, este término se refiera a las modificaciones de los valores.

El autor aclarará que a la hora de hablar de precio de monopolio, queremos decir en sentido general un precio determinado sólo por el deseo de adquirir de los compradores y por su solvencia, independientemente del precio, que es determinado por el precio de producción general y por el valor del producto. Por lo tanto, la demanda adquiere una significación especial, ya que el control de la oferta por el monopolista le permite aprovecharse de las condiciones de la demanda. Por otro lado el autor señala que las relaciones de valor cuantitativamente son perturbadas por el monopolio, las relaciones del valor cualitativo. Es decir el monopolio no interfiere las relaciones sociales básicas de la producción de mercancías, podemos seguir midiendo y comparando mercancías y conjuntos de mercancías en términos de unidades de tiempo de trabajo, aún bajo condiciones de monopolio.

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