martes, 2 de febrero de 2010

4. La revolución de las comunicaciones

En los últimos diez años se ha producido una revolución sin precedentes en las comunicaciones, especialmente en las telecomunicaciones, basadas en las redes telemáticas. La multiplicación del número de ordenadores y de personas, empresas e instituciones conectadas a internet ha sido un fenómeno acelerado desde 1995 y ha experimentado un ritmo frenético, sin que se vea límite a su expansión: en sólo 5 años, de 1995 a 2000, el número de personas conectadas a internet pasó de 9 millones a casi 400. Lo mismo sucede con la telefonía móvil y otros medios de comunicación e intercambio, que han convertido a las empresas relacionadas con estos sectores en muy poderosas en el mundo, con mayor capital y poder de influencia. Todo este fenómeno ha dado lugar a la llamada nueva economía.

Grandes empresas multinacionales de equipamiento informático, de medios de información, comunicación y entretenimiento, o las que operan en la telefonía móvil, protagonizan hoy la globalización y el proceso de concentración del capital financiero. Esta sociedad de la información se caracteriza por el papel dominante que tiene esta mercancía en la economía mundial, con la ventaja de que la información se puede vender tantas veces como los usuarios soliciten, lo que resulta de gran rentabilidad para quien la produce. Las empresas que controlan la información necesitan de medios técnicos muy sofisticados, por lo que pocas pueden acceder a ellos: según un informe de la ONU, a comienzos del siglo XXI tan sólo cien empresas controlan la economía mundial.
Otros puntos de vista: La teoría del imperialismo cultural (Herbert Schiller).

Defiende que la globalización de la comunicación ha sido dirigida por los intereses comerciales de grandes corporaciones transnacionales con sede en los EEUU, con frecuencia actuando con intereses políticos y militares. Y que este proceso ha dado lugar a una nueva forma de dependencia en la que las culturas tradicionales son destruidas a través de la intrusión de valores consumistas.

Schiller sostiene que el período a partir de la II Guerra Mundial se ha caracterizado por el predominio creciente de EEUU, los tradicionales imperios del siglo XIX fueron reemplazados por un nuevo imperio norteamericano emergente. Además, su sistema de radiodifusión es un sistema comercial dominado por las grandes redes creadas para obtener ingresos a través de la publicidad. Cuando los países desarrollados adoptan un sistema comercial de radiodifusión, también se implican en un proceso de transformación cultural y dependencia en la que los valores del consumismo predominan sobre las motivaciones tradicionales.

CONCLUSIÓN: El carácter global de los sistemas de comunicación basados en la electrónica, su carácter estructurado y el hecho de que los sistemas de comunicación están interconectados de manera fundamental con el ejercicio del poder económico, militar y político.

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